2023, un año de reconocimientos, expansión y orgullo para Bodegas Tarón
28/12/2023“La base de Bodegas Tarón es la unión de los pueblos que conforman su territorio”
20/02/2024Tras recogerse la uva, la vid entra en un periodo de parón vegetativo. La savia baja a las raíces y cesa la actividad de la planta en lo que se conoce como reposo invernal.
Después del ciclo vegetativo, el suelo y las cepas sufren carencias ya que se han sometido a un gran estrés. El terreno necesita volver a recuperar los nutrientes que ha aportado durante los últimos meses, por lo que se realizan fertilizaciones para mejorar la actividad biológica del suelo.
Además, también se comienzan a hacer otras labores en la viña como pasar el subsolador, para descompactar y airear el suelo, y siembras de invierno para crear una cubierta vegetal que mejore la estructura del suelo.
Una de las medidas que adoptamos en nuestra zona es retrasar el momento de la poda, consiguiendo con ello minimizar los efectos adversos de las heladas de primavera. En ese sentido, la podas se realizan comenzando por las zonas más tardías y finalizando en las más tempranas. También hemos vuelto a utilizar la práctica de “maestrar”, que consiste en hacer la poda dejando más ojos en cada vara y recortándolos después en marzo o abril. De esta manera, conseguimos retrasar la brotación y evitar las heladas de primavera.
En cuanto al tipo de poda, en Bodegas Tarón apostamos por la poda de respeto, que consideramos muy importante y, por ello, desde la bodega se han hecho cursos de formación para los viticultores. Con esta poda, se respetan los flujos de savia de la planta para que sean continuos, se evita la desecación de plantas por una poda agresiva y se consigue no mermar la edad del viñedo.
Destacar también que las heladas son muy beneficiosas durante el invierno, ya que éstas actúan como protección natural realizando una labor desinfectante contra los hongos, insectos, ácaros y larvas que se pueden encontrar bajo las cortezas de la madera. También es importante la nieve, para que vaya aportando agua poco a poco al terreno y sea provechosa para el nuevo ciclo y, por supuesto, las precipitaciones.